¿Qué es nuestro mapa personal? ¿Son nuestras creencias la única realidad que existe o hemos aprendido a enlatar la amplísima realidad en una lista limitada y numerable de nuestras propias creencias? La realidad es un todo, es todo lo que sucede a nuestro alrededor (nos guste o no), y es por tanto amplísima, existe y no podemos cambiarla.
Pero cada ser humano percibe la realidad de forma diferente y esta se crea o construye a partir de sus propias experiencias.
Por lo anterior, debemos saber y entender que cada uno de nosotros crea su propio mapa personal desde la interpretación de la realidad que ha experimentando.
Para explicarlo mejor, te ofrezco un ejemplo: si cuando fuiste niño o niña un perro te mordió, es probable que desde esa experiencia pienses que los perros son malos, agresivos, o simplemente les tengas miedo. A partir de esa experiencia es muy probablemente nunca quieras estar cerca de un perro.
¿Puedes verlo? Cada uno de nosotros construye su mapa personal desde la interpretación que le da a las experiencias que vive, percibe y recibe a lo largo de su vidas a través de todos sus sentidos y sensaciones. De esta forma va dibujando y delimitando un “mapa personal” lleno de creencias, valores, sueños, anhelos, miedos y límites.
Ahora bien, estos mapas podemos ir creándolos de manera inconsciente, reaccionando únicamente ante lo que nos ha sucedido, o de manera consciente, sabiendo y entendiendo lo que hemos vivido y experimentado, pero sabiendo además cómo queremos y deseamos vivir nuestra vida a partir de esa realidad.
En este punto es donde adquiere un valor extraordinario estar consciente del poder sorprendente que tenemos de dibujar y desdibujar nuestro propio mapa personal, incluyendo en él cada pequeño sueño, deseo o anhelo, o, por el contrario, eliminando barreras, miedos o creencias limitantes que no nos permiten avanzar.
No hay dos mapas iguales. Lo hermoso de la vida es descubrir que no hay mapas más valiosos, reales o verdaderos que otros, sino simplemente diferentes. Nuestra verdad individual es solo nuestra, nos pertenece y no tiene que estar atada o supeditada a los deseos o expectativas de otros o a lo que otros tengan de nosotros.
Cada ser humano tiene el derecho universal de construir su mapa e incorporar en él todo lo que desee. Si tu sueño es ser artista, inclúyelo en tu mapa y ve tras ello. Si tu sueño es ser chef y tener tu propio restaurante, inclúyelo en tu mapa. Recuerda que tu vida te pertenece solo a ti y solo tú tienes el poder y el derecho de diseñar tu propio mapa.
Muchas veces, lo lamentable es que no estamos conscientes de que tenemos ese derecho de ser los cartógrafos de nuestras vidas y que por ello se nos pase la vida viviendo sin un rumbo definido o, peor aún, dejando que otros construyan nuestros sueños o dirijan nuestras vidas.
Es momento de comenzar a escribir y diseñar nuestro propio mapa, incorporando en él cada pequeño detalle de todo aquello que anhelamos y nos define; enlistando nuestros valores y creencias hasta donde estamos dispuestos a negociar para alcanzar nuestras metas y otras cosas no son negociables ni permitidas en nuestras vidas.
Es tiempo de regalarte un tiempo para ti, de tomar un respiro y, con consciencia y papel papel y lápiz en mano, comiences a construir tu propio mapa personal.
Por otro lado, también es importante entender que aún nuestros mapas fluctúan, varían y mutan. Cuando esto pasa es porque nos sentimos incómodos por nuestras creencias, y esto, a su vez, sucede cuando nuestros propios mapas nos han quedado obsoletos, ya sea porque hemos tenido nuevas experiencias, adquirido nuevos aprendizajes, salido de nuestra zona de confort o simplemente hemos ampliado nuestras creencias.
De cualquier modo, lo importante es estar conscientes de que somos nosotros y únicamente nosotros quienes tienen el derecho y el poder de construir y reconstruir nuestra propia existencia.