Giselle Dávila
16 jun 2025
Vivimos en una aldea global donde el caos, los cambios y los desafíos están presentes a diario.Vivimos en una aldea global donde el caos, los cambios y los desafíos están presentes a diario. En este escenario, avanzar hacia nuestras metas y mantenernos enfocados puede parecer cada vez más difícil. Sin embargo, es justamente en medio de esas dificultades donde se revelan nuestra fuerza y determinación. Este mensaje busca inspirarte a identificar con claridad el momento que estás viviendo en relación con tus sueños, a tomar consciencia de tu ubicación emocional y personal, y a crear un plan de acción que te permita avanzar con coraje. Hoy quiero que explores tres etapas fundamentales que te ayuden a crecer: reconocer el desafío, ubicarte en relación con tus metas, y accionar con valentía para avanzar. Porque sí: los desafíos existen, pero también existe el corage ardiente de superarlos.
Siendo ciudadana de una aldea global donde el caos está presente cada día, salir adelante y mantenerse enfocado en los objetivos es cada vez más retador. Sin embargo, incluso en medio de circunstancias desalentadoras y difíciles, podemos continuar aferrándonos a nuestros propósitos. Mi intención con estas palabras es recordarte que sí es posible avanzar, que sí es posible resistir, y que sí es posible caminar hacia lo que deseas, aunque el camino no siempre sea fácil.
Convertirme en migrante casi a los 50 años me obligó a adaptarme rápidamente a una nueva cultura, clima, lenguaje y entorno. Sé de primera mano que la vida nos presenta desafíos que pueden ser paralizantes, pero también sé que cada obstáculo trae consigo una invitación a desarrollar más tenacidad. Hoy te invito a identificar en qué punto estás en relación con tus sueños: ¿sigues en la zona de confort? ¿has dado los primeros pasos hacia afuera? ¿estás enfrentando miedos e inseguridades propias del cambio? Saber dónde estás es el primer paso para avanzar.
Una vez que logras reconocer tu ubicación en el camino, es momento de diseñar un plan de acción que te impulse. Si estás en la zona de confort, recuerda que la comodidad sostenida puede llevarnos a olvidar lo que somos capaces de lograr. Generar pequeños retos te devolverá energía y dirección. Si ya has salido de tu zona de seguridad y te sientes invadido por dudas, no te detengas. Esa confusión forma parte del proceso de quienes están creciendo. Tu cerebro, en su afán de protegerte, puede intentar convencerte de retroceder. Pero no lo escuches. Desafíalo con amor, con determinación, con visión. Porque sí, crecer da miedo… pero también llena de sentido, de orgullo y de libertad. La incomodidad es temporal; el crecimiento, eterno.
Hoy es un buen día para abrazar tus sueños, sacudir el polvo del camino y volver a enfocarte con cada célula de tu ser. No estás solo en este proceso. Todos enfrentamos desafíos. Pero tú tienes dentro de ti la fuerza para avanzar. Haz que cada paso cuente. Haz que cada día valga. El desafío es real… pero también tu grandeza.
